lunes, 26 de septiembre de 2011

Mi Bienvenida

Después de un tiempo con el blog abierto, ya puedo escribir unas líneas. No es fácil ser travesti de closet, y más aún cuando en tu casa no lo saben.
 Empecé a muy temprana edad, a los cinco años. En aquel momento, recuperé del cubo de la basura una barra de labios que mi madre había deshechado. En cuanto tuve un momento de soledad, aproveché para pasar ese trocito rojo por mis labios, y en ese momento experimenté una serie de sensaciones que no sabría cómo describir. Aún hoy, después de casi treinta años, me cuesta explicar con palabras lo que siento cuando enfundo mi cuerpo en ropas femeninas. Con el tiempo, aquel tanteo furtivo tan infantil ha ido a más y se ha convertido en una necesidad, que a veces no es posible saciar.
He tardado en decidirme a crear este blog, sé que no voy a poder dedicarle todo el tiempo que quisiera. De todos modos, cualquier colaboración es bienvenida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario